Desde entonces no volvería a competir hasta 1995, en una partida para conmemorar los 20 años de su enfrentamiento con Spassky y en Yugoslavia (bloqueada por Estados Unidos). La participación le supuso que el gobierno de USA le tratara de traidor (y eso que fue el único de los estados unidos en conseguir un título mundial de ajedrez), y para no cumplir la pena que le impusieron estuvo viviendo en varios países durante 12 años hasta que le localizaron en un aeropuerto de japón. Mientras los USA movían el asunto para llevarle de vuelta y juzgarle, Islandia se adelantó concediéndole la nacionalidad islandesa y dejándole vivir allí hasta el final de su vida. Como le bloquearon las cuentas, él y su novia han vivido de la caridad todo este tiempo. El final de su vida llegó entre brotes paranoicos que hicieron crecer aún más la leyenda del mejor jugador de ajedrez que ha habido nunca.
Descanse en paz...

(Obtenido via elmundo)
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